La gestalt la podemos definir como una corriente psicológica humanista, como un conjunto de técnicas, como un enfoque, incluso como una actitud; nace en los años 50 de la mano de Fritz i Laura Perls, recibe influencias del psicoanálisis, del pensamiento fenomenológico, el existencialismo y el zen entre otros.
Se basa en tres premisas fundamentales, el darse cuenta, l’autoregulación organísmica, mecanismo mediante el cual el organismo interactúa con el ambiente y el contacto. La salud o enfermedad vendrán determinadas por la alteración en cualquiera de estos tres aspectos.
Su finalidad es promover la autonomía y la autoresponsabilidad del individuo, para ello se enfoca en la toma de conciencia del momento presente, el aquí y ahora, poniendo atención en la experiencia. Es a través del darse cuenta de lo que nos pasa que podemos reconocer nuestros límites y potenciales abriéndose de esta forma la posibilidad de mejorar la relación con uno mismo y el entorno.